Proyectos vacíos

Septiembre. Vamos llegando todos de vacaciones.

Volvemos a las rutinas, al café por la mañana y a ponernos al día mientras revisamos el correo con olor a tostadas. 

Este verano he visto algunos proyectos relacionados con el diseño y la dirección arte, muchos de ellos con suficiente historia detrás como para resultar interesantes. No eran simplemente piezas bonitas. Y a eso es a lo que venia hoy.

Es Septiembre y ya van saliendo proyectos. Me he ido dando cuenta que hay una tendencia que no cesa "el bonitísmo gratuito". Hace tiempo que vengo observando esta corriente más allá de redes sociales y blogs.

No sé si es debido a que necesitamos ver cosas bellas sin preocuparnos qué dicen o es que nos estamos volviendo tan superficiales que todo nos da igual. 

El ejemplo de los hermanos MAST con "la estafa" de los chocolates "hipsters" para mi es la culminación de toda esta corriente. Somos capaces de creernos cualquier cosa que sea bonita. Que por una parte está bien y por otra deja algo que desear. Puedo reconocer que a veces necesitamos un oasis visual dentro de todo nuestro mundo, pero no estaría de más cuestionar un poco todo.

MAST CHOCOLATE es un claro ejemplo de que con una imagen bonita (acorde al público que buscas) y con espacios de venta bonitos puedes vender lo que sea. Ellos con su imagen de hipsters comprometidos, packagings acorde ya lo tienes todo casi hecho. El problema viene cuando buscas más allá y no encuentras el fondo, llegas a un vacío. No hay nada que sustente eso. (Más info aquí)

¡Y ojo! Reconozco que es bonito, está bien logrado, y cumple la función de efecto WOW ¿pero luego qué?

Lo mismo me pasa con algunos proyectos. La apariencia muy bien (en algunos casos mejor conseguida que en otros) pero luego quieres ir más allá y no hay nada. Sólo se presentan cosas predefinidas, o que saben que funcionarán, pero no aportan ningún valor añadido. Y para mí ese es el gran qué. Aportar algo. Redefinir. Innovar. 

Entiendo que para acumular cosas bonitas ya está Pinterest, nuestros proyectos deberían dar una vuelta más y trascender la forma y la función. Concepto, belleza y funcionalidad. 

Parece que nuestra sociedad va de cabeza a un abismo llamado vacío. Al vacío en su expresión más yerma. Relaciones superficiales, trabajos mediocres y nada de ganas de meternos en algo hasta tocar su alma. Normal ¡No tenemos tiempo para profundizar tanto! La inmediatez de todo nos lleva a pasar de puntillas por todas partes; a que la percepción del tiempo haya cambiado. Nos hemos acostumbrado a que todo se hace rápido. La comida, los abrazos, las webs, las relaciones... ¿Qué sociedad queremos? ¿Podemos hacer algo?

Nada es global, por más que nos pueda parecer. Ni la moda, ni la percepción del color, ni la percepción del vacío. Y dado que hablaba sobre este concepto en su aspecto más pobre, me gustaría terminar este artículo con la percepción que se tiene en oriente sobre el vacío, sobretodo en la parte compositiva.

El vacío y el paisaje son dos términos que van unidos y que caracterizan a la pintura de Asia Oriental. El vacío es un concepto filosófico de reflexión en el taoísmo y el budismo. El vacío tanto para el taoísmo como para los budistas define lo qué es y lo qué no es y esto pictóricamente se representa a través de una realidad fragmentada que no se asienta en tierra firme sino en la nada.

"En la pintura japonesa el vacío, significa espacio en blanco, y tiene un valor fundamental, pues dota de carácter y significado al dibujo realizado con el trazo del pincel. Esto apremia al vacío con un valor fundamental a la hora de realizar una composición paisajística. El trazado caligráfico crea espacios vacíos al discurrir en el soporte, configurando a imágenes que solo pueden existir porque nacen y se forman desde su vacuidad. Tanto en la pintura china como la japonesa, el vacío es un elemento imprescindible en su sintaxis visual y expresa al mismo tiempo: composición y forma. Este vacío está ligado íntimamente con la naturaleza, pues, expresa el paso del tiempo a través de la representación de caminos que, el observador debe recorrer con su mirada, la distancia entre los elementos, y la lejanía."

Entendamos ese vacío como una contraforma compositiva con la que trabajar para generar proyectos con más fuerza, pero conceptualmente no deberíamos producir nada vacío de espíritu, los proyectos deben tener alma. Como las personas. Una persona bonita sin alma, es un como maniquí.

¿Queremos proyectos maniquís? 

Me gustaría puntualizar que no todo debe ser lo más complejo del mundo. Tampoco hace falta que cada proyecto que hagamos sea una tesis filosófica. Yo cuando quiero relajarme o ver cosas bellas, sin más, entro en Pinterest u otros espacios. Cuando quiero crear por el simple placer de crear lo hago, es terapéutico. Pero de lo que hablo es de VENDER cosas que se quedan en las triste superficialidad. De vender a los demás proyectos sólidos cuando en realidad son una idea vacía. 

Está bien saber que tenemos mil opciones para hacer las cosas, simplemente se trata de saber escoger cual conviene más en cada momento.

Hay espacios para todo, sólo se trata de saber que lugar tiene cada cosa.